Con esta entrada termino mi resumen, y se trata del mundial de la FIFA.
Ya todos hemos hablado, comentado y reclamado por la actuación de la selección mexicana. Empató con el anfitrión en algo que tal vez fue un acto de política internacional deportiva, ganó por primera vez contra uno de los grandes, pero que se encontraba en su peor momento y en una de sus peores versiones, y perdió contra un equipo latinoamericano que no derrotaba a nuestro país desde hacía 60 años... Y con eso llegaron a los octavos de lugar. Aunque claramente habría sido mucho más sencillo enfrentarse a Corea del Sur, también pensé que tenía sus ventajas enfrentarse a una Argentina que no estaba en su mejor condición (pregunten a los alemanes), ya que, si México hubiese ganado, entonces habrían lanzado campanas al vuelo gritando ¡por fin le ganamos a Argentina! Y a nadie le habría importado qué tan malo fuera ese equipo sureño. Pero ni así pudimos. Primero un error arbitral por el que el mismísimo Joseph Blatter tuvo que ofrecer disculpas posteriormente (ajá, ya que nos habían eliminado), seguido de la completa desconcentración del equipo nacional, que llevó a un imperdonable error, esta vez del lado tricolor y por amable cuenta de Ricardo Osorio, para entonces terminar con un genuino gol muy bien hecho por parte de los argentinos.
En mi compasión, primero pensé que esa falta de ánimo causada por el fallo del árbitro (quien desapareció de las instalaciones mundialistas, aparentemente para no volver a tocar un silbato en mucho tiempo) podía ocurrirle a cualquiera al ver que quien se supone imparte justicia y disciplina favorece al más conocido. Pero después de oír algunas críticas, noté algo muy cierto: son deportistas profesionales, viven de eso, ganan millones de dólares y, más importante aún, representan al país entero. Se supone que deben estar listos para enfrentar algo así, y mucho más, se supone que no sólo los preparan en el físico, sino también en la mente. México podía haber ganado ese partido, y, aunque después tal vez no habría podido contra Alemania, sí pudo (y debía) hacer algo más digno.
Como siempre, no todo es malo. Hay que destacar la actuación del "Chicharito", que aún con su propio equipo destrozado, y teniendo que jugar casi contra ambos equipos simultáneamente, anotó uno de los goles que fueron considerados entre los diez mejores del torneo.
Del otro lado del charco, aclamemos a España con su primer título mundial, que aunque no fue el más convincente a lo largo de la competencia, definitivamente lo mereció después de cómo jugaron los salvajes y casi sangrientos holandeses. Olé
Sí! Lo único bueno de toda la copa (bueno, no, sí hubo otras cosas muy interesantes) fue que España ganó!!! En fin, seamos felices todos y continuemos con la vida :)
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